I've heard the rain is the city's tears— Gav RS

Te aviso de que como no tenía relaciones hostiles pensé en algo tirando a hostil pero no. Yo me entiendo, y con suerte me entenderás una vez leas esta tontería ಠ◡ಠ (?)

Gauvin y Maggie podrían conocerse desde hace ya años, cuando él aún era un niño tímido y chiquitín y ella, siendo más chiquitina aún, hablaba por los codos y no se escondía tras un largo flequillo y algún libro. Quizás no eran amigos, pero sabían de la existencia del otro, siendo un pueblo pequeño y asistiendo al mismo colegio y puede que parques o lugares de juego. Años después, en el instituto, Mags básicamente desapareció, queriendo que nadie se fijase ni en ella ni en sus problemas. Gav terminó marchándose, así que no fue testigo de algunos de los momentos más embarazosos para la morena, todos provocados por matones inútiles que gustaban de arruinarle la existencia, cuando ella no hacía daño a nadie.

Gauvin volvió de Francia y fue un bombazo, claro. "El francés vuelve a ¡Holywell!" y además pisando fuerte; ¡lo que un año en Lille puede cambiar a una persona! ¿Dónde quedaba aquel chaval tímido al que había conocido años atrás? Ni idea, porque el troublemaker que había aparecido en el instituto era otra historia totalmente distinta. Al principio Maggie pensó que todo volvería a ser como antes, que se pasaría la conmoción de que Gav hubiese vuelto, al menos en unas semanas, pero no; y él no ayudaba mucho. Era todo un rebelde y ella no sabía qué pensar, observando desde el banco alejado en el patio, o mientras pasaba por delante de su taquilla en los pasillos. Y aquí es donde necesito tu colaboración: ¿Sería Gav tan rebelde como para unirse a algunas de las jugarretas hacia Maggie? ¿De molestarla? Porque de ser así, creo que Mags incluso podría haber hecho una excepción y haberse enfrentado de algún modo al "francés", por así decirlo. Y si no enfrentarse, al menos dejarle las cosas claras una vez.

El instituto quedó atrás y, como muchos otros, Gav comenzó la universidad, mientras que Maggie comenzaba a trabajar. Ahora que han pasado años, puede que no se hayan visto mucho, y puede que él ni siquiera sepa que Mags ya no es una marginada con aparato dental y pocos amigos. Y cuando lo sepa, ¿qué? Esta vez pase lo que pase Maggie sería capaz de darle un buen sermón si él se pasa de la raya, eso seguro. A partir de lo que viene siendo el final del instituto mejor te lo dejo a ti, que esto es sólo una aportación para trama c:

Y si, digamos, él se hubiese quedado mirando mientras el resto de sus amigos insistían en meterse con Maggie. Nunca dijo una palabra pues, por muchos problemas que le gustase causar, había conocido lo que era ser un marginado años atrás y era algo que no le deseaba a nadie, y mucho menos a una chica tan cómica como la morena. Sí, cómica. Porque aunque jamás lo llegase a admitir en voz alta él siempre la miraba de reojo cuando ella se sentaba en los recreos evitando ser vista por el resto. Todos tenemos nuestros pequeños enamoramientos tontos de instituto y el francés no podía evitar sentir curiosidad por ella. A pesar de todo nunca lo demostró y fue entonces cuando, una mañana, sus compañeros de pandilla decidieron atacar nuevamente a la morena hasta que ella terminó por hartarse. Ellos se marcharon, pero Gauvin se quedó allí y aguantó los gritos de la chica. Ese famoso enfrentamiento en el que él no dijo palabra alguna y que, sin que ella se diese cuenta, provocó que, poco a poco, el chico se despegase de aquellos a los que llamaba amigos.

Una de esas personas que te cambian la vida sin darse cuenta, esa sería Maggie para él y quizás uno de sus secretos inconfesables. Como has dicho, los años han pasado y poco saben el uno del otro, solo los rumores que se cuchichean entre las calles de la ciudad y de los que es mejor no fiarse. Dicho esto, y si te parece correcto, me dispongo a abrir y ya se verá como reacciona cada uno.

Alexa y Matt osea, Hello!

Ya, me pongo seria.

Georgia es la vecina. La loca que pone música a todo volumen a las nueve de la noche como también a las nueve de la mañana, todo depende de su humor. Claro, ella se ha mudado hace solo un mes y ni eso, todavía tiene cajas desperdiciadas por todo el lugar, y no ha desempacado del todo porque le da flojera y punto. No es que tenga muchos conocidos como para invitar a la casa de todas formas, apenas ha llegado, apenas conoce a nadie. Pero Gauvin es uno de esos.

Lo ve todas las mañanas porque a ambos les da por salir-el a la universidad, ella al periódico-a la misma hora. Al principio no se fijaron demasiado, pero cuando después de una semana de pillarse todos los días en la vereda, empezaron a saludarse con un asentimiento de cabeza o quizás una sonrisa algo tímida de parte de Georgia, vamos que ella es sociable, pero no una loca que anda saludando a todo el mundo.

Hasta que llego el "día negro" fue el peor de los días para Georgia, por primera vez en semanas no salio a la misma hora que Gauvin porque se quedo dormida, en el trabajo se le hecho a perder su computador, y a la hora de comida le pusieron carne a su sandiwch cuando ella es vegetariana. Para rematar su teléfono se quedo sin batería y las llaves de su casa, se quedaron bien puestas en la mesa de centro. Un desastre. No le quedo de otra que tocar la puerta de Gauvin, poner cara de cachorro abandonado y pedirle que le prestara el teléfono para llamar al cerrajero, aunque el se ofreció a mejor saltar por el patio trasero e ingresar por la puerta de la cocina. Fue su pequeño héroe personal.

Al día siguiente Georgia se apareció en su puerta con una tarta de frutas a modo de agradecimiento, hizo un par de preguntas incomodas-siempre la curiosidad le gana-y se metió a la casa del muchacho sin ser invitada cuando vio la colección de música. Y así se transformo en la pesada vecina que de vez en cuando se pasa a ver..."como estas" y con quien se topa cada jueves cuando sale a trotar en ropa deportiva, porque ella a esa misma hora practica Yoga en el parque con su amiga.

Ughh, pésima idea, pero fue lo mejor que se me ocurrió ahora xD

Creo que Georgia estará en casa del francés más que en la suya propia. He cotilleado un poco y he descubierto que su amiga de yoga es la compañera de piso del chico, Layla. Al parecer las fanáticas del yoga os habéis puesto de acuerdo para vivir cerca las unas de las otras, pobre de él.

A mi la idea me gusta, se puede jugar mucho con eso de la vecina pesada. Como se ha mudado hace poco, y al parecer le ha cogido cariño a eso de hacerle visitas a los vecinos de al lado, si es cierto que él puede mostrar un carácter algo agrío algunas veces. Hay días que llega a casa y la ve charlando con Layla en la cocina y  no puede evitar pensar ¿Qué hace ésta aquí? No la odia, ni le cae mal, pero todos sabemos que él es un poco especial con la gente que no conoce. Se muestra amable y trata de responder todas esas preguntas incómodas, aunque en algunas ocasiones no puede evitar sonar algo seco y borde. Todavía no ha logrado coger la confianza necesaria pero parece ser que Georgia sí y eso es lo que le provoca que, poco a poco, el chico logre acostumbrarse a su presencia y a tratarla como una más.

No tengo mucho más que decir pero creo que algo se me puede ocurrir con el paso del tiempo, te mandaré algún emepe si me viene algo a la mente. Mientras tanto estate al tanto de que no se te cuele nadie más por el patio trasero.

Dolor de cabeza, eso es lo que Gauvin puede ser para Charlotte de vez en cuando. Se conocieron en la residencial, son vecinos por así decirlo. Los separa dos cuadras pero relativamente se consideran vecinos. Fue una mañana cuando Charlotte había decidido correr por la tarde o mañana con sus dos perros y el perro de su esposo fue el que salio corriendo hacia Gauvin. Risa, eso había causado a Charlotte cuando vio como el "galante" Gauvin fue derribado al suelo. Quizá habían compartido unas cuantas palabras ese día ambos

Tres días después Charlotte tropezó con Gauvin en alguna parte del pueblo y bueno, Charlotte era nueva y quería conocer a las personas pero quizá cuando Gauvin hablaba Charltte ya tenía ganas de meter su cabeza a la fuente para que hablara un poco pero no quedo de otra que despedirse y darse la media vuelta e irse de ahí para luego seguir con lo que estaba.

¿Caso perdido? No lo creo, no cuando se encuentra a una histérica rubia con los ojos hinchados en el parque. ¿Motivo? Quizá uno y es la de una traición que su esposo le había hecho tirándose a su secretaria pero simplemente la vergüenza de admitir aquello había optado por mentirle un poco cuando se acerco a preguntar que pasaba. Charlotte tiene un 'no se que' que te da cierta confianza y quizá es su espíritu de niña pequeña cuando se abre por completo o a veces su cabeza dura y terquedad que suele tener pero se sentía lejos de casa y de sus hermanos pero Gauvin llego en un momento de debilidad para la rubia.


Ando seca, Gauvin   pero es un ejemplo o un decir (?)