Drinkin' tonight | Allie

Cuando a Layla se le metía algo entre ceja y ceja, era complicado sacarla de su idea inicial. Y desde que había conocido a Allie, tras un par de charlas y explicaciones, se había propuesto enseñarle un poco lo que era el mundo. Su mundo. Que la había arrastrado hasta aquel Pub, su predilecto entre todos los de la ciudad, era decir poco. Prácticamente la había secuestrado al aparecer en su casa sin avisar siquiera, tomarla de la mano y llevarla hasta allí repitiendole una y otra vez lo bien que se lo iban a pasar. Y es que no le entraba en la cabeza que aún no hubiera probado la cerveza.

- Yo lo de siempre, Tommy. - apenas llevaban un par de minutos sentadas en una de las mesas del local cuando el camarero apareció a su lado. Layla observó a Allie, que parecía estar en todo un dilema a la hora de decidir, y eso que se había tomado la libertad de hablarle sobre las diferentes marcas y tipos de cerveza según caminaban hasta el pub. - Veenga. Por ser la primera te dejo pedirla con limón. - una encantadora sonrisa asomó a su rostro, tratando de tranquilizar a su amiga. Tampoco era su objetivo asustarla ni nada por el estilo. - Y a esta ronda invito yo, que conste. - colocó con total desparpajo un billete de diez libras sobre la bandeja del camarero antes de dirigirse de nuevo a la chica. - Y sí, Allie... habrá mas rondas. ¡Cuando empieces no querrás parar!