she changes the weather in my world ✖ maggie's.

๑ Una vez la gata del vecino la arañó y desde entonces tiene una pequeña cicatriz en el cuello.


Cuando Donna tocó la puerta de Maggie habían pasado dos segundos desde que el incidente había tenido lugar. La chica rubia de unos quince años acababa de perder a su gato, y había empezado haciendo lo corriente, tocando la puerta del vecino. Lo que no esperaba, era ver a una chica con un gran rasgón en el cuello, y a su dichosa mascota detrás, quien huyó en cuando su dueña abrió la puerta.

La culpa que sintió Donna al verla fue tal, que pidió disculpas mil veces, y se ofreció quinientas más a llevarla hospital. Al final, decidió que si quería podía ayudarla a lavarse la herida, o a vengarla. O a lo que necesitara. Maggie, que tenía diecisiete, no sabía si estaba más nerviosa por la sangre que le salía de la herida, o por la chica rarísima que se había presentado a su puerta.

Al final, sin saber muy bien cómo -seguramente por mucha insistencia de Donna- terminaron las dos en la salita del hospital (imagino que no sería cualquier herida corriente si le dejó cicatriz, ¿no?), el médico de turno no hizo más que desinfectar, poner una gasa y que fueran felices. Ya se conocían de vista  y nombre por haber sido vecina de toda la vida, pero estar sentadas ahí juntas, terminó por hacer que hablaran. Era la situación más incómoda del mundo, y Donna no hacía más que pedir disculpas cada dos segundos. Le ofreció de todo, desde el café malísimo de la máquina expendedora, hasta una barra de chocolate por si se sentía débil. Al final terminó por callarse la boca, porque le pareció que eso era lo que su vecina de verdad quería.

El incidente podría haber quedado en nada, pero Donna apareció al día siguiente. Se cruzaron en la calle como tantas veces, pero esta vez, la rubia le preguntó si no quería remendar las cosas con un café, o algo así.

Y ahí es donde te paso la pelota. ¿Qué haría Maggie? Tienen dos personalidades parecidas, que podrían congeniar con facilidad, así que bien podrían volverse amigas. Necesito amigas :c  

ME GUSTA ESTA IDEA. Me parece genial esta trama y tiene mucho sentido. No había pensado en algo así aun teniendo ese dato de Maggie en la ficha *facepalm*

Vale, por mí todo perfecto, y desde el punto en el que me pasas la pelota, te diría que Mags probablemente aceptaría sin pensárselo. Vecina con la que jamás había intercambiado más de dos palabras la ayuda acompañándola al hospital y encima al día siguiente la invita a tomar café porque se siente culpable. Anonadada pero agradecida de que alguien quisiese entablar una relación con ella de algún modo, Maggie sonreiría, recordando a la rubia que no debía disculparse más cuando lo volvía a hacer durante aquel café, y trataría de ser lo más amistosa posible con su nueva amiga. Porque sí, las veo siendo amigas, y además, a Maggie le picaría la curiosidad -aunque nunca se atrevería a meterse donde no la llaman en ese campo-, sobre lo que ve en Donna además de una chica feliz. Es observadora, y además su madre se entera de todo lo que pasa en el pueblo, sabe qué cosas ocurrieron en su casa, sabe lo de su madre e incluso fue al funeral con su familia, pero jamás pensó que su padre se había convertido en todo lo que a Maggie jamás le pareció su amable vecino. Solo por eso, con Donna Mags sería más cuidadosa, más tierna, viendo que la joven necesita de eso.

He añadido eso porque me leí tu ficha y me pareció triste y al mismo tiempo muy interesante, así que lo meto por ahí para darle algo de drama al asunto (? ¿Te parece? c:

¡Gaius! Te vi volver y pensé "debería pasarme..." y justo vi que te me habías adelantado. You made my day, young lady

Me gusta la idea, me gusta. ¡Y que los helados las hayan hecho amigas me encanta! Maggie puede necesitar algo de protección aún, pero eso no quita que acabe sintiéndose protectora con Gaia. Rollo hermana mayor e incluso a veces con ese venazo materno que suele darle con su gato (?) Te añadiré en cuanto pueda c: