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En Holywell City, ubicada en el condado de Berkshire en Inglaterra, el cese de las frescas brisas y nevadas anuncia que el invierno ya está terminando. La primavera trae consigo un pequeño aumento de temperatura y el aumento de las lluvias.
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Wesley F. Robbinson
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Wesley F. Robbinson
Robbinson, Wesley F.
Daniel Sharman
» NOMBRE COMPLETO: Wesley Frederic Robbinson
» APODOS: Wes
» EDAD: 21 años
» ORIENTACIÓN SEXUAL: Heterosexual
» IDEOLOGÍA: Hansen
» GRUPO: Descendientes de la Ciudad
» APODOS: Wes
» EDAD: 21 años
» ORIENTACIÓN SEXUAL: Heterosexual
» IDEOLOGÍA: Hansen
» GRUPO: Descendientes de la Ciudad
descripción psicológica
HE ADMITS THAT IT'S TOO LATE TO ADMIT THAT HE'S AFRAID
Dormilón, hasta en el momento más inoportuno se le escapa un bostezo que disimula lo mejor que puede. Y aunque sea el lugar más incómodo del mundo, Wes se acomoda un poco, cierra sus ojitos... y despierta con la calma de quien no ha hecho nada malo. Así que cuidado si lo ves parpadear con lentitud, lo más probable es que esté terminando de asegurarse de que está lo suficientemente cómodo para echarse una siesta. Y no siempre es de lo más discreto, de repente puedes verlo desparramado sobre una mesa o acostado sobre tres sillas alineadas y con una mano colgando en ángulos imposibles. Lo más gracioso del caso es que duerme con la boca abierta y ronca, así que no es el típico tío que luce sexy durmiendo. Pero no intentes decirle que estaba roncando como un oso, él lo negará como si su vida dependiese de ello. No siente vergüenza por nada, en su mente jamás hace el ridículo aunque quizás te haya hecho pasar a ti el momento más embarazoso de tu vida. Esto se debe a que se siente cómodo con cómo es, no se acompleja por simplezas ni por cosas que de todos modos tendrá que hacer.
Está profundamente enojado consigo mismo por el rumbo que tomó su vida, lo cual canaliza hacia los partidos políticos, convirtiéndose en una especie de matón para los Hansen. No es que ande por la vida pateando traseros sin discriminación, sin embargo no tiene problemas en darle una buena paliza a quien la merezca o a quien le pidan, siempre que haya un buen motivo detrás. Se volvió bastante pensativo desde la muerte de su abuelo, pero pensativo en un sentido introspectivo, preguntándose acerca de las cosas que haría si pudiese cambiar algunas de sus decisiones pasadas o convenciéndose de que su padre no es la clase de hombre, malhumorado, impaciente, con aspecto de estar decepcionado todo el tiempo, que él quiere ser. No confía en las personas a la primera, pues en algún rincón de su mente cree que todos tienen un plan siniestro escondido en el fondo de sus corazones. Mucho menos confía si se trata de profesionales de la salud, antes de dejarse revisar exige ver un título o algo que certifique que aquella persona está capacitada para hacer lo que deba hacer.
Religioso hasta la médula, nunca se olvida de rezar por las noches o de asistir a misa. Tiene una gran fe aunque no la anda presumiendo ni intentando evangelizar a todo el mundo. Es un cabezota cuando opina, nada del mundo puede hacerlo cambiar de opinión. Sea el tema que sea, él dice todo lo que tiene que decir y se queda de brazos cruzados cuando termina, dando por finalizada la charla. Y es peor cuando se trata de algo con lo que no está de acuerdo y alguien insiste en llevarle la contraria. Es como intentar enseñarle alemán a un gato, prácticamente imposible. Suele tener la sonrisa a flor de piel, esperando un motivo para sacarla a relucir. De más está decir que tiene bajo la manga numerosos matices que, con un leve cambio en la inclinación en los labios, pueden indicar que está siendo sarcástico, que no le cree nada a quien le habla o que está planeando retirarse. Es bastante expresivo al hablar, hace muecas y movimientos de cejas para ilustrar sus palabras, y, como si con lo anterior no bastase, hace énfasis en lo que dice moviendo además sus manos.
A pesar de todo lo anterior, hay que recordar que Wes es un chico de sólo 21 años, al que le gusta salir con sus amigos, beber cerveza y divertirse. No sabe ver que le están tendiendo una trampa, pues como todo ex-adolescente se las da de sabedor y macho alfa, así que cae de cabeza en cuanto lo provocan, sobretodo si tiene algunas jarras encima. No tiene talento de adulador, por lo que puede resultar muy cómico verlo mientras intenta obtener algún favor a base de palabras bonitas. Es adicto a los videojuegos y a las cartas; no es que apueste todo cuanto tiene, pero echar unas jugadas de vez en cuando con sus amigos para sacar algo de dinero le parece un buen pasatiempo. Y es aún más divertido si se trata de juegos de video, como el FIFA o alguno de carreras; pueden pasarse toda la noche decidiendo quién hizo más trampa y al final acabar todos dormidos sin haber nombrado a un ganador. Claro que Wes siempre dice que él ganó, pero con esa mirada nerviosa no convence a nadie. ¿Olvidé mencionar que tampoco tiene talento para mentir?
En fin, una cara bonita con sus cosas buenas, sus cosas malas y sus tormentas personales. Un chico como cualquier otro que haya nacido y crecido en Holywell City, que aprendió de política apenas supo como escribir su nombre.
Está profundamente enojado consigo mismo por el rumbo que tomó su vida, lo cual canaliza hacia los partidos políticos, convirtiéndose en una especie de matón para los Hansen. No es que ande por la vida pateando traseros sin discriminación, sin embargo no tiene problemas en darle una buena paliza a quien la merezca o a quien le pidan, siempre que haya un buen motivo detrás. Se volvió bastante pensativo desde la muerte de su abuelo, pero pensativo en un sentido introspectivo, preguntándose acerca de las cosas que haría si pudiese cambiar algunas de sus decisiones pasadas o convenciéndose de que su padre no es la clase de hombre, malhumorado, impaciente, con aspecto de estar decepcionado todo el tiempo, que él quiere ser. No confía en las personas a la primera, pues en algún rincón de su mente cree que todos tienen un plan siniestro escondido en el fondo de sus corazones. Mucho menos confía si se trata de profesionales de la salud, antes de dejarse revisar exige ver un título o algo que certifique que aquella persona está capacitada para hacer lo que deba hacer.
Religioso hasta la médula, nunca se olvida de rezar por las noches o de asistir a misa. Tiene una gran fe aunque no la anda presumiendo ni intentando evangelizar a todo el mundo. Es un cabezota cuando opina, nada del mundo puede hacerlo cambiar de opinión. Sea el tema que sea, él dice todo lo que tiene que decir y se queda de brazos cruzados cuando termina, dando por finalizada la charla. Y es peor cuando se trata de algo con lo que no está de acuerdo y alguien insiste en llevarle la contraria. Es como intentar enseñarle alemán a un gato, prácticamente imposible. Suele tener la sonrisa a flor de piel, esperando un motivo para sacarla a relucir. De más está decir que tiene bajo la manga numerosos matices que, con un leve cambio en la inclinación en los labios, pueden indicar que está siendo sarcástico, que no le cree nada a quien le habla o que está planeando retirarse. Es bastante expresivo al hablar, hace muecas y movimientos de cejas para ilustrar sus palabras, y, como si con lo anterior no bastase, hace énfasis en lo que dice moviendo además sus manos.
A pesar de todo lo anterior, hay que recordar que Wes es un chico de sólo 21 años, al que le gusta salir con sus amigos, beber cerveza y divertirse. No sabe ver que le están tendiendo una trampa, pues como todo ex-adolescente se las da de sabedor y macho alfa, así que cae de cabeza en cuanto lo provocan, sobretodo si tiene algunas jarras encima. No tiene talento de adulador, por lo que puede resultar muy cómico verlo mientras intenta obtener algún favor a base de palabras bonitas. Es adicto a los videojuegos y a las cartas; no es que apueste todo cuanto tiene, pero echar unas jugadas de vez en cuando con sus amigos para sacar algo de dinero le parece un buen pasatiempo. Y es aún más divertido si se trata de juegos de video, como el FIFA o alguno de carreras; pueden pasarse toda la noche decidiendo quién hizo más trampa y al final acabar todos dormidos sin haber nombrado a un ganador. Claro que Wes siempre dice que él ganó, pero con esa mirada nerviosa no convence a nadie. ¿Olvidé mencionar que tampoco tiene talento para mentir?
En fin, una cara bonita con sus cosas buenas, sus cosas malas y sus tormentas personales. Un chico como cualquier otro que haya nacido y crecido en Holywell City, que aprendió de política apenas supo como escribir su nombre.
biografía personal
:: Nació en Holywell City un 27 de Julio, 21 años atrás, y fue el único hijo de sus padres, dos descendientes más de alguna familia cuyo apellido no trascendió en la historia. Durante la infancia vivió rodeado de niños y más niños que iban a su casa a jugar, pues se aburría tremendamente estando solo. De entre esos tantos amigos salió aquel que hoy es su mejor amigo, y entre ellos, algunos que conoció en el bachillerato y otros de la universidad, formó su pandilla, todos adultos jóvenes que siguen a los Hansen en su ideología.
:: Cuando tenía 13 años vivió aquella experiencia que podría decirse que lo marcó respecto a aquello que le apasionaba. Su afición siempre fue la música, le encantaba toquetear cualquier instrumento que viese, aún cuando no tenía ni la más mínima idea de cómo lograr un acorde. Entonces, su abuelo, un conservador más conservador que todos los Hansen juntos, en uno de sus tantos viajes a Londres le consiguió a Wes una guitarra acústica y un manual para aprender a tocar. Él, luego de algunos años, entendió el mensaje: lo estaba instando a aprender por sus propios medios, a descubrir si estaba dispuesto a sacrificar horas para descifrar qué significaba cada posición de los dedos y, más que nada, a entender que, si quería ser músico, tendría que perseguir su vocación y esforzarse por mejorar.
:: Tras haber cumplido los dieciocho años, en diciembre de ese mismo año, su abuelo falleció debido a complicaciones pulmonares sumadas a su vejez, lo que fue un golpe duro para Wes, que estaba comenzando a considerar la idea de contarle a su abuelo sus deseos de ser músico. Pero era algo más que eso, su abuelo era de esos ancianos cascarrabias que le hacía reír y que era un gran conversador cuando nadie estaba mirando. Le habría gustado aprender algo más de él, exprimir la sabiduría que se escondía detrás de aquellos ojos que fingían no ver lo que percibían perfectamente. Mas el tiempo no le dio espacio para eso y tuvo que contentarse con la idea de que tal vez ese era el plan de Dios de para él. No hace falta decir que sus notas bajaron considerablemente durante esos meses, hasta que finalmente decidió terminar con la cabeza bien alta el bachillerato y se esforzó por retomar sus hábitos de buen estudiante.
:: Cuando terminó el bachillerato se apuntó para estudiar Arquitectura en la universidad, siguiendo los pasos de su padre, que le dio unas palmadas en la espalda mientras él fingía una sonrisa, sintiendo que había cometido un gran error. Tendría que haberse ido de la ciudad en ese momento, antes de ese momento, mientras aún podía. Pero el temor a lo desconocido, a ensuciar el buen apellido de su padre lo venció y ahora no hay día en el que no piense qué habría cambiado de haber tenido las agallas para dejar todo atrás.
:: Contrariamente a lo que él mismo había esperado, resultó ser un estudiante mejor al promedio en la universidad. Sus manos se acostumbraron rápidamente a los planos, a las líneas finas y a la precisión, mientras que sus ojos se volvieron críticos ante los distintos estilos arquitectónicos. Su padre supo resolverle todas sus dudas y aconsejarle sobre las mejores formas de estudiar tal o cual asignatura, al mismo tiempo que su madre le preparaba café para sobrellevar toda una noche de intenso estudio. Y las matemáticas nunca se le habían dado mal, por lo que cursar esa carrera es casi un sueño para Wes. Casi.
:: Cuando tenía 13 años vivió aquella experiencia que podría decirse que lo marcó respecto a aquello que le apasionaba. Su afición siempre fue la música, le encantaba toquetear cualquier instrumento que viese, aún cuando no tenía ni la más mínima idea de cómo lograr un acorde. Entonces, su abuelo, un conservador más conservador que todos los Hansen juntos, en uno de sus tantos viajes a Londres le consiguió a Wes una guitarra acústica y un manual para aprender a tocar. Él, luego de algunos años, entendió el mensaje: lo estaba instando a aprender por sus propios medios, a descubrir si estaba dispuesto a sacrificar horas para descifrar qué significaba cada posición de los dedos y, más que nada, a entender que, si quería ser músico, tendría que perseguir su vocación y esforzarse por mejorar.
:: Tras haber cumplido los dieciocho años, en diciembre de ese mismo año, su abuelo falleció debido a complicaciones pulmonares sumadas a su vejez, lo que fue un golpe duro para Wes, que estaba comenzando a considerar la idea de contarle a su abuelo sus deseos de ser músico. Pero era algo más que eso, su abuelo era de esos ancianos cascarrabias que le hacía reír y que era un gran conversador cuando nadie estaba mirando. Le habría gustado aprender algo más de él, exprimir la sabiduría que se escondía detrás de aquellos ojos que fingían no ver lo que percibían perfectamente. Mas el tiempo no le dio espacio para eso y tuvo que contentarse con la idea de que tal vez ese era el plan de Dios de para él. No hace falta decir que sus notas bajaron considerablemente durante esos meses, hasta que finalmente decidió terminar con la cabeza bien alta el bachillerato y se esforzó por retomar sus hábitos de buen estudiante.
:: Cuando terminó el bachillerato se apuntó para estudiar Arquitectura en la universidad, siguiendo los pasos de su padre, que le dio unas palmadas en la espalda mientras él fingía una sonrisa, sintiendo que había cometido un gran error. Tendría que haberse ido de la ciudad en ese momento, antes de ese momento, mientras aún podía. Pero el temor a lo desconocido, a ensuciar el buen apellido de su padre lo venció y ahora no hay día en el que no piense qué habría cambiado de haber tenido las agallas para dejar todo atrás.
:: Contrariamente a lo que él mismo había esperado, resultó ser un estudiante mejor al promedio en la universidad. Sus manos se acostumbraron rápidamente a los planos, a las líneas finas y a la precisión, mientras que sus ojos se volvieron críticos ante los distintos estilos arquitectónicos. Su padre supo resolverle todas sus dudas y aconsejarle sobre las mejores formas de estudiar tal o cual asignatura, al mismo tiempo que su madre le preparaba café para sobrellevar toda una noche de intenso estudio. Y las matemáticas nunca se le habían dado mal, por lo que cursar esa carrera es casi un sueño para Wes. Casi.
entrevista
censo poblacional 2014
» ¿QUÉ OPINAS DE LA POLÍTICA EN HOLYWELL?
Que los Hansen son los mejores y punto. Inglaterra es hermosa de la forma en la que es, no hace falta contaminarla con extranjeros incompetentes y con religiones que no son la nuestra. Anglicanistas nacimos y anglicanistas hemos de morir, del mismo modo con nuestras tradiciones y días festivos. Además, ¿por ser fulano de tal, hijo de mengano tercero, alguien escapará a la ley? Muy equivocados, así no funcionan las cosas. Los Hansen tienen todo mi apoyo y creo que ya lo saben, no es que me haya callado al respecto.
» ¿TU CIUDAD/LUGAR EN EL MUNDO?
Creo que eso sería Holywell para mí. Es decir, no puedo imaginarme en otro lugar del mundo, ni aunque me ofreciesen toda una vida paga en el destino que eligiese. Me quedaría en Holywell siempre, simplemente no puedo irme, o sea, el edificio en el que me crié, las calles entre las que crecí... mi hogar está aquí.
» ¿EL MEJOR RECUERDO DE TU NIÑEZ?
Diría que el mejor recuerdo de mi niñez fue cuando me permitieron tener un pato como mascota, a eso de los siete años. Era grandioso, es decir, imagínate siendo un crío y teniendo un pato como mascota, no a todos les pasa. Supongo que despertar un día y ver a mis padres preparando pato a la naranja con mi pato lo arruinó un poco, pero fue bueno mientras duró.
» ¿CREES QUE EL AMOR DE TU VIDA ESTA CERCA? ¿O TE DA IGUAL?
Pues me da igual, ¿sabes? No soy de los que creen que va a doblar por la esquina y verá a la chica más hermosa con un cartel sobre su cabeza que diga "el amor de tu vida". No, eso es algo que se construye de a poco y de a dos. Así que depende bastante de mis ganas de encontrar al amor de mi vida que en este momento son poco menos que ningunas. Es decir, si conozco a una chica que de verdad me interese supongo que me arriesgaré, pero mientras tanto voy a quedarme en el molde, no es que esté desesperado.
» SI TE CONCEDIERA UN DESEO AHORA MISMO ¿QUÉ PEDIRÍAS?
Un ejemplar del GTA 5, ¿acaso creíste que iba a dudar? Llevo meses esperando a que el videojuego salga a la venta y si puedo ahorrarme mi dinero mucho mejor.
Que los Hansen son los mejores y punto. Inglaterra es hermosa de la forma en la que es, no hace falta contaminarla con extranjeros incompetentes y con religiones que no son la nuestra. Anglicanistas nacimos y anglicanistas hemos de morir, del mismo modo con nuestras tradiciones y días festivos. Además, ¿por ser fulano de tal, hijo de mengano tercero, alguien escapará a la ley? Muy equivocados, así no funcionan las cosas. Los Hansen tienen todo mi apoyo y creo que ya lo saben, no es que me haya callado al respecto.
» ¿TU CIUDAD/LUGAR EN EL MUNDO?
Creo que eso sería Holywell para mí. Es decir, no puedo imaginarme en otro lugar del mundo, ni aunque me ofreciesen toda una vida paga en el destino que eligiese. Me quedaría en Holywell siempre, simplemente no puedo irme, o sea, el edificio en el que me crié, las calles entre las que crecí... mi hogar está aquí.
» ¿EL MEJOR RECUERDO DE TU NIÑEZ?
Diría que el mejor recuerdo de mi niñez fue cuando me permitieron tener un pato como mascota, a eso de los siete años. Era grandioso, es decir, imagínate siendo un crío y teniendo un pato como mascota, no a todos les pasa. Supongo que despertar un día y ver a mis padres preparando pato a la naranja con mi pato lo arruinó un poco, pero fue bueno mientras duró.
» ¿CREES QUE EL AMOR DE TU VIDA ESTA CERCA? ¿O TE DA IGUAL?
Pues me da igual, ¿sabes? No soy de los que creen que va a doblar por la esquina y verá a la chica más hermosa con un cartel sobre su cabeza que diga "el amor de tu vida". No, eso es algo que se construye de a poco y de a dos. Así que depende bastante de mis ganas de encontrar al amor de mi vida que en este momento son poco menos que ningunas. Es decir, si conozco a una chica que de verdad me interese supongo que me arriesgaré, pero mientras tanto voy a quedarme en el molde, no es que esté desesperado.
» SI TE CONCEDIERA UN DESEO AHORA MISMO ¿QUÉ PEDIRÍAS?
Un ejemplar del GTA 5, ¿acaso creíste que iba a dudar? Llevo meses esperando a que el videojuego salga a la venta y si puedo ahorrarme mi dinero mucho mejor.
otros datos
:: Suele frecuentar Jenkins' con sus amigos, incluso tienen su mesa allí, una pegada a la pared desde la que puede verse todo lo que sucede alrededor, tanto en la barra como en el karaoke y la pista de baile. No es raro verlo con el micrófono los fines de semana, con las mejillas sonrosadas debido a la cerveza.
:: En cuanto empezó la universidad, tres años atrás, escondió en su armario la guitarra que le regaló su abuelo en un intento de sepultar todas sus ideas sobre la música y no la ha sacado de allí desde entonces.
:: Detesta a los extranjeros, pero es algo que va más allá de la ideología que adoptó como propia. Es algo que no puede explicarse, ni él mismo sabría poner en palabras lo que siente cuando ve a un extranjero paseando por las calles de su ciudad. La sangre se le agolpa en la carótida y siente ganas de patearlo hasta las vías del tren para que vuelva al escondrijo del que salió. Lo curioso es que soñó en algún momento con irse de Inglaterra y conocer el mundo.
:: Siempre lleva una cadena de la que cuelga una cruz templaria, ambas de plata, debajo de su remera/camisa/lo que sea. Es una pequeña manía que cogió de pequeño y que aprovecha para regañar a los niños pequeños cuando lo cree necesario, acusándolos de que están pecando en presencia de Dios y sacudiendo la cruz delante de su pecho.
:: En cuanto empezó la universidad, tres años atrás, escondió en su armario la guitarra que le regaló su abuelo en un intento de sepultar todas sus ideas sobre la música y no la ha sacado de allí desde entonces.
:: Detesta a los extranjeros, pero es algo que va más allá de la ideología que adoptó como propia. Es algo que no puede explicarse, ni él mismo sabría poner en palabras lo que siente cuando ve a un extranjero paseando por las calles de su ciudad. La sangre se le agolpa en la carótida y siente ganas de patearlo hasta las vías del tren para que vuelva al escondrijo del que salió. Lo curioso es que soñó en algún momento con irse de Inglaterra y conocer el mundo.
:: Siempre lleva una cadena de la que cuelga una cruz templaria, ambas de plata, debajo de su remera/camisa/lo que sea. Es una pequeña manía que cogió de pequeño y que aprovecha para regañar a los niños pequeños cuando lo cree necesario, acusándolos de que están pecando en presencia de Dios y sacudiendo la cruz delante de su pecho.
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Wes F. Robbinson- Descendiente de Ciudadanos.
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