Wonderland World, welcome // Annabelle's Life.

¡ACTUALIZADO!
@Charlotte Trymell

Una de las razones por las que Coco siempre decía odiar a los animales es porque nunca creyó, ni cree, tener tiempo para ser responsable por otra vida. ¿Cómo se suponía que se iba a hacer el tiempo para cuidarla siendo que tenía cosas más importantes de las que hacerse cargo? Cuando la gata de pelaje negro no se acomodó en su regazo al comenzar a trabajar con unos bosquejos, le pareció raro pero ni siquiera la miró. No fue hasta la mañana del día siguiente, donde el altivo animal comenzó a quejarse, no ofendida como siempre, sino que con auténtico dolor, cuando Cosima reaccionó. La metió a una caja de transporte y la llevó al veterinario, que, como todos los escasos servicios en aquel pueblo, estaba repleto.

Asqueada y con ganas de salir rápido, comenzó a observar si habían asistentes o gente que sintiera lástima de su pequeño pedazo de animal para que le cediera el turno y pudiera escapar luego a la comodidad de su piso. Se acercó a la peliazul que, con un gato en su regazo, tenía un aire amable e ingenuo, justo lo que buscaba. Le vendió a una Cosima casual, interesada en su acento italiano, en la particularidad de su cabello, y en su gato. Habló acerca de cuan  preocupada estaba por su querida Constitución, en cómo tenía miedo de que reaccionara con este veterinario, etcétera. Toda una fachada para que le cediera el turno, o, por lo menos, dejara que pasara después de ella.

Desde entonces cada vez que se la encuentra le sonríe, y le pregunta de manera cortés por su gato, en un intento por mantener a la Coco preocupada por los mininos que alguna vez inventó.