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En Holywell City, ubicada en el condado de Berkshire en Inglaterra, el cese de las frescas brisas y nevadas anuncia que el invierno ya está terminando. La primavera trae consigo un pequeño aumento de temperatura y el aumento de las lluvias.
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Mensaje por M. Donna Bantry Mar Dic 31, 2013 1:29 am



Bantry, Margaret D.
Aurora Mohn
» NOMBRE COMPLETO: Margaret Donna Bantry Keene
» APODOS: Don, Donny
» EDAD: Diecinueve años
» ORIENTACIÓN SEXUAL: Heterosexual
» IDEOLOGÍA: Hansen, Izquierda.
» GRUPO: Descendientes de la ciudad
descripción psicológica
SHE SITS AT HOME WITH THE LIGHTS OUT, SEEING LIFE IN DIFFERENT COLOURS
La chica de pueblo. La que no ha ido más allá de las veinte calles que tiene su hogar. Don es una muchacha alegre, con una sonrisa en los ojos, y una cabeza no demasiado inteligente. Es la chica que te sonríe todo el tiempo, con una amabilidad real, y un encanto especial, que la convierte en una persona afable, demasiado fácil de tratar. Con una sonrisa siempre en el rostro, y una bienvenida para todo el mundo. Sus ojos destellan diversión, y sus labios siempre están curvados hacia arriba. Pero lo que es seguro sobre ella, es que jamás le has visto. No has puesto atención a su pelo rubio, o a su forma de hacer que todo el mundo se sienta especial. Nunca te fijaste, lo mucho que le preocupa el bienestar de los demás, o los cuidados que pone en cada persona que conoce. Porque ese es el efecto que causa en la gente, el olvido. Buena, tonta y olvidable. No pararás a mirarla dos veces. Es probable que te tienda la mano cuando estás en el piso, pero una vez que estés de pie, olvidarás quién es, o lo que ha hecho por ti. Y está bien. No está buscando que la conozcas, o que la alabes.

La muchachita educada, que jamás dice nada más, que siempre sabe cómo quedar bien parada. Su padre le enseñó todas las reglas de convivencia, todo lo que una señorita debe ser, y ella cumple, porque siempre estará dispuesta a satisfacer a ese hombre, a que tanto ama. Jamás dice malas palabras, ni trata mal a nadie. No importa cuán exasperada esté, no te gritará, ni te tratará mal. Está en contra de cualquier tipo de violencia, y prefiere resolver las cosas hablando, haciendo uso de la razón. Tiene siempre una oportunidad para todo el mundo. Posee una paciencia inagotable, que llega a resultar exasperante para quienes le rodean. ¿Por qué no dejas de sonreír de una vez, Don? Porque no se me antoja, dirá ella, campante, contenta. Y luego te ofrecerá un helado, del sabor que desees, no importa cuál sea. Tan paciente y amable que resulta patético, asqueroso. Tan buena, que termina siendo tonta.

Pero no  lo es para nada. Vale, sí. Jamás fue la mejor alumna en el colegio, y todo el que la conoce la clasifica como la más lenta de los Branty. Parece que siempre está en su propia nube de algodón, donde el piso es de azúcar, y el cielo es de limón, pero ve más de lo que nadie creería. Todo el mundo la subestima, lo que hace que más de una vez, no se preocupen por su presencia en lo absoluto. Ha oído tantas conversaciones importantes de esa forma, tantas cosas que jamás debió de haber escuchado. Todo esos secretos oscuros, que dicen cuando está allí, porque nadie cree realmente que lo esté. Y es que no dirá nada. Porque, por tonta que parezca, sabe que toda la información tiene un precio, y que podría servirle en algún momento. ¿Cuántas verdades calla aquella sonrisa? ¿Cuántos secretos guarda esa mirada de ángel? La torpe y tonta Donna, que jamás ha sido capaz de hacer nada.

Optimista, alegre y llena de vida. Tiende a ver el vaso siempre medio lleno, y no deja que nada la desanime. Es más fácil de esa forma, enfrentar el mundo con una sonrisa, que hacerlo con todo su dolor, con todos sus males. Su inseguridad es su peor rasgo, uno que fue adquirido por culpa de todos los demás. El defecto que fue implantado por aquellos que la conocen, por todo aquel que alguna vez dijo, "¿La menor de los Bantry? Si la pobre con suerte sabe leer y escribir". Por todo aquél que alguna vez le llamó insulsa, ordinaria u inútil. Es insegura, porque no puede pensar de otra forma. No, la verdad, no es optimista, quiere serlo. Quiere ver el vaso medio lleno, pero está medio vacío, y lo sabe. No confía para nada en sí misma, y no cree que llegue a ser buena para algo. Pero está bien, puede vivir con eso. Al menos, la mayoría de los días. Una parte llena de dolor se oculta dentro de su cuerpo. El pequeño monstruo en su cabeza, que le dice todo lo malo que ha hecho, lo terrible que es como estudiante, como hija, como hermana, como humana. El ser negro, que se agranda, marcando las bolsas debajo de sus ojos, y las gotas silenciosas sobre su almohada.

Pero jamás lo verás. Porque no la ves a ella, y si llegaras hacerlo, lo único que descubrirías sería una enorme sonrisa, que invita uno a devolverla. Lleva tanto tiempo fingiendo que es completamente feliz, que cree que llegará a creerlo, y entonces podrá serlo. Cree que algún día dejará de importarle lo que la gente dice, pero es mentira. Todas las noches se acostará de la misma manera, repasando todo lo malo que le dijeron, toda las metidas de pata que cometió, todos los fallos que están en su historial. Sufre en los más hondo de su ser, pero nunca se lo dirá a nadie, porque no es así. Donna no es de las que lloran y se quejan, es de las que sonríen y siguen adelante. Trabajadora, perseverante, siempre con la vista hacia delante. Sueña con encontrar un lugar para ser feliz, donde pueda ser lo quien quiera ser, y, por extraño que parezca, quiere que Holywell sea ese lugar, quiere convertirlo en su espacio feliz.

En su contraste, tiene los pies bien puestos sobre la tierra. No cree en los cuentos de hadas, ni en los finales felices, tampoco en los sapos que se vuelven príncipes, o los héroes que irán a rescatarla. Aprendió a ser su propio héroe. No tiene fe en el amor, le parece un invento de Estados Unidos, para poder hacer películas, y vender tarjetas horribles en Febrero. No busca a nadie que la quiera, porque primero está intentando quererse a sí misma.   

biografía personal

► Fue la tercer hija del matrimonio formado por George y Dolly Bantry,  ambos pertenecientes a la iglesia inglesa. Dos personas conservadoras, que educaron a sus tres hijos en ese ámbito. Los otros dos niños eran Ruby Bantry, que tenía cinco años, y Hugo Bantry, que ya contaba con seis. Como benjamina de la familia, la pequeña Margaret fue adorada por todos. Eran una familia corriente, feliz, tan parecida a la de su vecino, que nadie tenía nada que destacar. Dolly era maestra en Holywell High y George uno de los pocos jueces en el pueblo.

► Tenían todo para permanecer en las sombras, al menos hasta que Dolly murió. Fue una catástrofe y se enteró todo el mundo, porque en un pueblo pequeño, cuando alguien muere, la noticia corre con rapidez. Gran parte de Holywell acudió a su funeral, y todo el mundo insultó y se quejó, de aquel borracho extranjero, que se llevó la vida de esa tan buena mujer. Dolly Bantry dejó a su marido, a cargo de tres niños, más bien, de una niña y dos adolescentes. Cuando el accidente ocurrió Donna tenía diez años, y entendía lo que pasaba, pero era todavía peor para sus hermanos. La muerte de Dolly cambió todo lo que era la familia, hizo que el mundo de los Bantry diera un giro de ciento ochenta grados. Tal fue el cambio, que si se lo hubieran dicho a alguien un día antes, no habría creído ni una sola parte.

► George Bantry amaba a su esposa, y odiaba a los extranjeros, y el sentimiento no hizo más que multiplicarse. Después de eso se llenó de renco, de odio contenido, sobre todo hacia sí mismo, porque creía que no había sido tan veloz como para salvarla. No empezó a tratar mal a sus hijos, pero sí se volvió muchísimo más estricto, algo que dos adolescentes no podían soportar. Las reglas en la casa de los Bantry aparecieron por primera vez, y llenaron el lugar. Había una lista de lo que podían o no hacer, además de un toque de queda inamovible. Consumido por el odio, se convirtió en un cascarrabias, un sobreprotector. Ruby tenía quince años, y Hugo dieciséis, y ninguno aceptó de buena gana los mandados de su padre. La tensión en la casa se hacía cada vez más palpable, y las peleas entre los hijos mayores con su padre estaban a la orden del día. A nadie le extrañó que marcharan del pueblo en cuanto vieron la oportunidad. Juntos, listos para ver al mundo. Dejaron la opresión de su pregenitor, para salir a ver al mundo. Dejando a Donna sola en su casa.

► Don tenía diez, estaba dolida, y tenía ahora un solo padre, por lo que aceptó con los brazos abiertos todo lo que George pedía. Ella cumplió con las órdenes, y jamás levantó la voz, ni siquiera cuando lo que le quedaba de familia le llamaba inútil, o le decían que era lenta. Todos los hicieron, Ruby, Hugo y su padre, todos usaron esas palabras con ella alguna vez. Pero no le importó, porque los amaba, y podía soportarlo. Como soportaba todas las cosas en silencio, como jamás se quejaba, o levantaba la voz. La boba Donny, la que no se rebeló. La que el día que sus hermanos le invitaron a irse dijo que no, porque alguien debía quedarse con papi. La que se quedó con Papi, a quien amó y ama más que a nadie.   

► Los años sin sus hermanos trajeron paz a la casa. Por dos años, su padre y ella tuvieron una vida tranquila, como las personas de pueblo que eran. Aunque más solitario, silencioso y doloroso, todo parecía estar volviendo a la normalidad a la casa de los Bantry, al menos hasta que eso ocurrió. George Bantry era un hombre mayor. Cuando su última hija nació contaba con cuarenta y cinco años, catorce años después, a los cincuenta y nueve, era tan grande, que podía pasar con facilidad con el abuelo de la muchacha. Adicto al trabajo, al tabaco y a la comida mal preparada, tenía una salud precaria, ya que renegaba de ir al Hospital, porque decía que Dios le salvaría.

► Cuando George Bantry cayó por las escaleras de su casa y se partió la cadera, no pensó en Dios, sino, en su hija menor, a la que más quería. Porque su cadera fue sólo consecuencia de algo más. Fue un daño grave, que incluso podía deberse a una temprana artritis. Le adjudicaron Artritis reumatoide, algo que fue empeorando al pasar el tiempo. Empezó con dolores al caminar, o al ejercitarse. Terminó con bastón, y con episodios frecuentes de rigidez, que afectan también sus riñones.

► Desde que tiene catorce años, Donna no es sólo la hija de George, sino, también, su enfermera. De hecho, con él tiempo, éste le ha tratado más como una empleada, que como a su hija. Es quien le da el medicamento que esté necesitando en el momento, quien está ahí para levantarlo cuando sufre de rigidez en las piernas, y quien le hace la comida todos los días, sin falta. Sus hijos mayores van a verle de vez en cuando, pero, como Bantry orgulloso, ninguno da señales de nada. Don suele decirle que se arrepentirá por eso, a lo que él sólo masculla un insulto, y le manda a buscar más Azatioprina.  

entrevista
censo poblacional 2014
» ¿QUÉ OPINAS DE LA POLÍTICA EN HOLYWELL?
Oh, política. Creo que no sé demasiado sobre eso todavía. Bueno, sí sé algo, que las medidas de los Hensen son las que me parecen que hay que llevar a cabo. Somos ingleses, son nuestras raíces y hemos de protegerlas, eso es lo que me ha enseñado mi padre. Siempre he respetado sus creencias. Aunque, tal vez, deberíamos dejar de lado la política alguna vez, y hacer algo realmente  ¿no? Tanta pancarta, tanto intentar ganar. ¿Pero está realmente ocurriendo el cambio? Pero no creo saber mucho, no ha de tomar en cuenta mis palabras.

» ¿TU CIUDAD/LUGAR EN EL MUNDO?
Holywell. Este es mi lugar. No me veo yendo a ningún lado, ¿sabe? Mi hermana Ruby vive ahora en Francia, dice que es precioso y yo también lo creo, pero aquí es donde pertenezco. Supongo que hay demasiado que no vi, tanto para descubrir. Pero mi lugar siempre será Holywell. Es mi historia.

» ¿EL MEJOR RECUERDO DE TU NIÑEZ?
La última Navidad que pasamos con mi madre. No fue nada espectacular, jamás nada lo era en mi casa. Estábamos todos riendo alrededor de la mesa, creyendo que habría miles de almuerzos igual a ese. Llevaba mi regalo en el regazo, y recuerdo que mi madre me sonrió. No había nada especial en su sonrisa ese día... quiero decir, siempre era especial, pero no era diferente. Pero la recuerdo tan bien, como sus incisivos iban hacia delante, como los de un conejo. Me sentí plena, no sé cómo explicarlo.

» ¿CREES QUE EL AMOR DE TU VIDA ESTA CERCA? ¿O TE DA IGUAL?
¿Sinceramente? Eso del amor de mi vida me parece un poco aburrido, por lo que me da bastante igual. Tengo cosas más importantes de las cuales ocuparme en este momento, ¿sabe? Si hay un chico agradable, está bien. Sé con quién pasaré el resto de mi vida, conmigo, creo que ese debería ser nuestro verdadero amor.

» SI TE CONCEDIERA UN DESEO AHORA MISMO ¿QUÉ PEDIRÍAS?
No lo sé. ¿Es que saber mi deseo ayudaría de alguna forma a Holywell?

otros datos

► Está estudiando Enfermería en la Universidad Pública de Holywell. En realidad, quería estudiar medicina, pero como para eso debía de salir del pueblo, optó por algo que no le obligara a moverse de allí. Se debatió mucho sobre si irse. A decir verdad, su padre le convenció de que era la mejor opción.

► Tiene una gata llamada Lima. Es bastante vieja, pero la quiera mucho. Es suya desde hace varios años, y por eso su padre le permite conservarla.

► Sabe tocar el piano. Antes de que su madre muriera iba a clases todas las tardes. Es algo que le gustaría retomar en algún momento, pero se contenta con tocar teclados imaginarios sobre la mesa de la cocina.

► Además de estudiar, trabaja como mesera en Jenkin's, en el turno de la tarde. Le trae algunas libras que usa para comprar libros de texto, CD's, o cosas que escasean en su casa. La jubilación de su padre es bastante alta, pero suele usar la mayor parte para pagar las facturas, o los remedios. Maneja todo el dinero en su hogar.

► Pese a todo, su padre sigue siendo una importante figura política, y más de una vez van a pedirle consejo, o tiene a los viejos vecinos de izquierda en su casa. Jugando a las cartas y hablando sobre cuál será el siguiente paso. Bernard Johnson en persona se presentó en su hogar más de una vez.

► Es, probablemente, la mejor jugadora de póker en Holywell. Jamás pierde una mano. Aunque la mayor parte del tiempo juega con su padre, o con Lima, quien está tomándole la mano al asunto.


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M. Donna Bantry
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Mensaje por Wes F. Robbinson Mar Dic 31, 2013 1:44 am

FICHA ACEPTADA
¡BIENVENIDA A HOLYWELL CITY! ¡ESPERAMOS DISFRUTES DEL FORO!
Wes F. Robbinson
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